martes, mayo 22, 2007

Búsqueda




He buscado a Dios,
incontables veces
sin querer hallarle
realmente;

Acostumbrado a ser vestido de tardío
me debo haber cruzado con sus pasos,
como en un fallido acto de trapecio;
en cada salón
en que he presumido
mi calzado.

Maestro en el arte
de pretéritas palabras;
y del partir antes de tiempo;
y del quebrar la imaginaria arquitectura
del silencio

(Silencios gigantes, como catedrales
o delicados,
como los cerrados ojos
de un durmiente)

He buscado
en verdad
sin buscar...
y sigo siendo el mismo de siempre:

En mi negligente andar
del día a día,
he amado rostros
sin que eso signifique nada;

y me he detenido
en alguna esquina
a esperar el autobús,
mientras era rebazado
por la constante prisa
de las horas...

En consecuencia;
he buscado poco
sin haber hallado,
esperando
tal vez absurdamente,
que un día cualquiera
Dios me halle
sin buscarle.

Roberto Pável
Jáuregui Zavaleta



Encrucijada...




(...)
dulces y silentes
son los débiles adioses
las despedidas son así
el día se va
...nos deja

(...)


DE: "Tratado de la Ignorancia"

Roberto Pável
Jáuregui Zavaleta



Afecto




Consiste el pensamiento
en incontables mediciones,
en días de número vestidos;
en una relación de veredas;
en la exacta ecuación
de los afectos.

¿Qué es la tarde
desplazada en un recuerdo?

Una proporción de rojo
sobre el suelo

¿Y la insomne noche?
un simple cero
en tinta negra;

526 por dos veces 400
probablemente sea
un deseo no correspondido;


y el uno negro
al centro de la página:

una calle despoblada,
un árbol muerto,
o la proporción exacta
del propio miedo



Roberto Pável
Jáuregui Zavaleta


domingo, mayo 20, 2007

Distancia


Después del sol
supe más respecto a la distancia

Supe por ejemplo
que lo cercano no depende de adioses
derramados en enero
ni de los innumerables puntos de los planos
ni del espacio insospechable
habitando entre uno y otro brazo

Supe también
Que siempre estaría el infinito
asegurándonos la identidad más distraída

Que uno simplemente sube
a su escondite de caminante atareado
cuando sin saber
una voz te clava un “hola”
por el pecho

Entonces alguien nos ha tocado la distancia
sin querer

y

Debe haber algo de amor
entre las horas
retornando
lo perdido

Roberto Pável Jáuregui Zavaleta